Translated by Alicia Martorell
Bibop era un pequeño dragón de escamas anaranjadas. Desde su nacimiento, pronto haría cien años, había vivido en la Montaña Gris con su mamá. Los dragones alcanzan el uso de razón a los cien años. Bibop iba a aprender por fin a escupir fuego y esperaba ese momento con impaciencia.
Por fin llegó el día de su cumpleaños. Bibop se levantó feliz y entró en la cocina canturreando. Su mamá se sobresaltó y escondió rápidamente una cosa.
—¡Bibop! ¡No te oí llegar! ¡Feliz cumpleaños, querido!
Tapó con un trapo lo que estaba haciendo y se acercó a él. Le dio un beso en la frente.
—¿Qué te apetece co
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